Dios llama a todos para que seamos sus hijos.
Partimos de la certeza de que Dios llama a todos; de que Dios quiere que todos los hombres se salven. Esta es su Voluntad. Hablamos muchas veces de la «Voluntad de Dios«; y, si para todo creyente esto tiene que ser lo más importante, para San José de Cluny, de modo especial, y así consta en nuestras Constituciones tomado de palabras textuales de Ana María Javouhey:
«Hacer la voluntad de Dios, pero ¡si eso es todo!
Constituciones de las Hermanas de San José de Cluny
Hay que verla en todo, amarla y hacerla amar»
«Esto es bueno y agradable a los ojos de Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.»
1Timoteo 2,4
Dios siempre toma la iniciativa para salvarnos. Llama constantemente a que reconozcamos cuánto nos ama, a que descubramos que todo es don, que todo es regalo: tu vida, las estrellas, la amistad… ¡Cristo!
Una llamada a que todos los hombres se encuentren con Cristo; sí, es para todos, sin excepción, una llamada a a que todos nos reconozcamos hijos de Dios y así vivir consecuente y coherentemente: amando.
Dios llama a todos a la fraternidad.
La oración del hijo
Padre nuestro que estás en el cielo.
Palabras de Jesús en Mt 6, 9-13
Santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu Reino.
Hágase tu Voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén.
«Busquemos el verdadero bien, no temamos volver sobre nuestros pasos si hemos dado alguno en falso.»
San Luis, 25 de noviembre de 1822 – a la Madre Rosalía