Todo adulto bautizado, hombre o mujer, que queriendo vivir plenamente los valores evangélicos se siente atraído a hacerlo al estilo de Ana María Javouhey. Es decir, encontrando en todo la Voluntad de Dios; discerniendo cuál es el mayor bien posible que cada uno puede realizar en los acontecimientos cotidianos e implicándose en los no tan cercanos (en otras misiones de la Congregación).